Una de las revelaciones de esta temporada ha sido, indudablemente, Xavi Simons. Un nombre que parecía fuera de todos los radares, hasta que el pasado verano firmó por el PSV. En su país natal ha demostrado ser uno de los mayores talentos de Europa, efectuando un curso excepcional de 22 goles y 12 asistencias, con pichichi de liga incluido. Tanto es así, que se ha convertido en un fijo en su selección nacional, participando incluso en el Mundial de Qatar. Sin embargo, no se trata solo de un éxito individual, pues Simons ha levantado los títulos de Supercopa y Copa neerlandesas. De esta manera, ha renacido quien muchos tachaban de “falsa promesa”.
Creció en La Masía
Xavi Simons llegó a Barcelona con ocho años, y no tardó en ser considerado una de las joyas de la cantera blaugrana. A muy temprana edad, comenzó con patrocinios y campañas publicitarias de las más grandes empresas, pues ya era toda una estrella sin haber pisado ni el Barça B. Su imagen se relacionaba directamente con el club culé como el próximo gran centrocampista del equipo. Sin embargo, conforme pasaban las temporadas, eran más los compañeros que destacaban por encima suya en las categorías inferiores, y que, por tanto, lograban esas tan ansiadas oportunidades.
Su “fracaso” en París
A la edad de 16, tomó la decisión de no renovar con el Barcelona. De esta manera, se marchó libre a un PSG que le ofrecía, además de un sueldo millonario, participación en el primer equipo. No obstante, la continuidad esperada nunca llegó: tan solo disputó 11 ratos profesionales en 3 campañas con los parisinos. La salida de Xavi Simons a la capital gala, tras años siendo la gran promesa de La Masía, acarreó una avalancha de críticas hacia el joven futbolista neerlandés. Durante esta etapa en Francia, el mundo del fútbol dudaba de si realmente alcanzaría el potencial que un día pareció tener.
La oportunidad de su vida
En junio de 2022, el PSV Eindhoven llamó a la puerta del ex del Barcelona. El entonces equipo de Ruud Van Nistelrooy apostó fuerte por Xavi Simons. Y este, con el objetivo de lanzar su carrera profesional de forma definitiva, aceptó el reto. Firmó por el PSV y logró irrumpir en el panorama europeo como uno de los futbolistas llamados a dominar el futuro. Valiéndose de su polivalencia, ha logrado jugarlo prácticamente todo como mediapunta, delantero centro o en cualquiera de las bandas, dando un rendimiento espectacular. Aún es pronto para confirmarlo, pero todo apunta a que se está cumpliendo la promesa que mostró ser desde sus primeros pasos en el fútbol y de la que tanto se ha dudado.