Si por algo se caracteriza la etapa de Peter Lim como dueño del Valencia CF es por la inestabilidad y la pésima gestión del club. Duele ver como ha hundido al equipo y lo ha llevado a la ruina económica y deportiva, sumido en las deudas y en una situación insostenible desde años atrás. Es inexplicable como, viendo esto y que las pancartas amarillas de “Lim go home” se hacen ver por todo el mundo, éste no decide poner fin a su período como propietario del Valencia. ¿Por qué quedarte donde nadie te quiere?
La razón de la mala situación del Valencia
El estado actual del club es una auténtica desgracia. Y como en toda desgracia, hay culpables: Peter Lim y su familia. Desde que compró el 70 % de las acciones del equipo en 2014, los valencianos han caído en una decadencia de la que no se ve el final. Un declive que no atiende a la historia del club y que lo ha llevado a estar actualmente en posiciones de descenso tras 29 jornadas. El magnate singapurense llegó a la entidad realizando promesas que nunca se cumplieron, como la de tener terminado el Nou Mestalla para 2019 (estamos en 2023 y sigue siendo un proyecto). También ha sumido al Valencia en una profunda crisis económica, presentando pérdidas de más de 180 millones de euros en las últimas temporadas. Pero para Lim, tienen una sencilla solución: desmantelar la plantilla y trasladar la crisis también al ámbito deportivo.
Lejos de quedarse en una nefasta gestión del club, nos plantamos ante una incompetencia total. Unos dueños que nunca han estado a la altura de una entidad como el Valencia CF, simplemente tenían dinero y quisieron jugar a gestionar un equipo. Un dueño totalmente ausente, pues la realidad es que Peter Lim no pisa Valencia ni para las fallas. Para que un miembro del equipo pueda contactar con él, debe hablar antes con sus delegados. Y si hay suerte, ellos pueden conseguir que Lim reciba al interesado en su palacio en Singapur. ¿Dónde se ha visto algo así? Solo en la “”incontestable”” gestión de Peter Lim, pues tal y como declaró su hija en sus redes sociales: “el club es nuestro y podemos hacer lo que queramos con él y nadie puede decirnos nada”.
Por si fuera poco, Peter Lim cuenta con denuncias por presunta corrupción, falsedad contable, administración desleal, apropiación indebida de ingresos del club… además de un amplio repertorio de impagos y deudas. Ha hundido al Valencia, y todo apunta a que pretende hacerlo más aún. En los últimos años acostumbra a realizar falsas promesas a los entrenadores que contrata y despedirlos a la mínima. Tanto es así, que en menos de nueve años ha presentado 14 cambios de entrenador. Incluso llegó a despedir a Marcelino García Toral habiendo quedado cuartos, por ganar la Copa del Rey en la temporada 18/19 tras 11 años de sequía, algo inexplicable e inédito que él mismo reveló en su despedida.
Al borde del precipicio
El Valencia se encuentra antepenúltimo, en descenso, a falta de nueve jornadas. A pesar del buen inicio del por aquel entonces equipo dirigido por Gennaro Gattuso, la situación actual del Valencia es crítica. Durante los primeros partidos, el técnico italiano pareció haber revivido al conjunto ‘che’. Había recuperado la vitalidad, el buen fútbol, y todo con un juego muy atractivo para el espectador. Sin embargo, no tardó en volver esa dinámica negativa, con el respectivo cese de Gattuso en enero. Desde entonces, el Valencia tan solo ha sumado 7 puntos de 33 posibles, lo que lo sitúa entre los peores equipos de la competición. No presentaba números similares a estas alturas de la temporada desde 1985, año del último descenso del Valencia.
Por si la situación del equipo no fuera suficiente, el pésimo arbitraje que ofrece LaLiga está afectando de forma muy negativa al conjunto valencianista. Independientemente de la voluntariedad de las decisiones arbitrales, el mal desempeño de los colegiados lo condena cada fin de semana. Y a esto se le añaden las polémicas sanciones “disciplinarias” que el Comité de Competición ha impuesto en los últimos años a futbolistas del Valencia, siendo el ejemplo más resonante y reciente el sufrido por su capitán, José Luis Gayà, tras unas declaraciones por un penalti no señalado.
Un histórico en horas bajas
Para hacerse a la idea, el Valencia ocupa la cuarta posición en la clasificación histórica de LaLiga, habiendo participado en 88 de las 92 ediciones que se han disputado. El que más, por detrás de Real Madrid, Barcelona y Athletic Club. Luce en sus vitrinas seis títulos de liga, ocho de Copa del Rey, dos Supercopas de Europa, una Europa League, una Recopa de Europa e incluso cuenta con dos subcampeonatos de Champions League seguidos, a principios de siglo. Hasta hace no demasiado era un fijo en competiciones continentales, quedando regularmente entre los primeros puestos.
El fútbol al fin y al cabo siempre ha sido un deporte de épocas, largas o cortas, pero de épocas. Y la peor del Valencia ha llegado de la mano de Peter Lim. Tocará esperar a que esas pancartas amarillas abandonen Mestalla para volver a ver al club donde merece estar, en lo más alto del fútbol español. Por ahora, solo queda decir: Lim go home.